“ Nunca he encontrado a una persona tan ignorante de la que no pueda aprender algo”. Galileo Galilei

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Derivando hacia la M2.0

Siempre he utilizado las Nuevas Tecnologías dentro de lo "normal", charlar con algún amigo dentro de una red social, mirar alguna que otra noticia en un periódico por internet, o ver vídeos graciosos para pasar el rato, en resumen lo que sería una mente M1.0. Pero desde que estoy en la UNED, empecé el año pasado con el acceso para mayores de 25  años, se fue haciendo más intenso mis entradas a la red para consultar o aclarar algo, siendo bastante más frecuente en este mi primer año de grado en Pedagogía.
La verdad nunca pensé que iba a navegar y a explorar tantos rincones como lo he hecho en estos días, sobretodo con el tema de hacer el blog, el podcast, y además ahora para hacer trabajos de ciertas asignaturas.
Me he acostumbrado a estar con el portátil delante mío, para estudiar y realizar las actividades. Dándome cuenta de que se está haciendo casi imprescindible para llevarlas a cabo. 
Esto me hace reflexionar sobre un punto que en este blog he comentado varias veces ya, si la educación estuviera más preparada para hacer efectiva mentalidades M2.0, guiados por los profesores, los alumnos tendrían una capacidad casi infinita para poder aumentar, crear y ser parte realmente activa de su propio desarrollo. Y creo que eso sería posible cuanto más me voy introduciendo por la red, y encuentro salidas a las dudas que van surgiendo. 


lunes, 20 de diciembre de 2010

Sobre el terreno

Aprender de la propia Naturaleza, para adquirir conocimientos y al mismo tiempo respetarla, es una buena opción, y eso es lo que en este vídeo nos muestra. Utilizarla por medios de talleres  para llegar a ese desarrollo cognitivo y respeto que se merece, en vez de ir destruyéndola poco a poco. Los profesionales de la educación deberían plantearse más el implantar este tipo de forma de aprendizaje.


Aprender practicando

Compartir experiencias con otras culturas nos puede llevar a conocer otras formas de vivir distinta de la nuestra. Yo lo he podido comprobar en dos ocasiones en las que he estado en el extranjero, una vez en Inglaterra y otra en Irlanda, conviviendo con familias nativas, con estancia de un mes en cada uno.